martes, 17 de mayo de 2016

Ella tampoco es Mauricio Góngora.



Acabo de ver una imagen en Instagram de una activista de la campaña de Mauricio Góngora con una mujer de origen humilde y de identidad desconocida.

En el hashtag agregan #yosoymauriciogóngora, nada me ha parecido más indignante. Aclaro que no me refiero a tomarse una foto con la gente humilde, sino el pretender que esta mujer asuma que “ella es Mauricio Góngora”. Porque esta fotografía fortalece el cinismo de la frase de campaña de este candidato.

Y lo digo porque una imagen dice mucho más que mil palabras, en la mujer de identidad anónima se  esta cargando con un rebozo a su pequeña hija. Estoy segura que ella no tiene un iPhone, tampoco sabe que es Instagram y mucho menos sabe que es un hashtag.

Veo  su rostro en la fotografía y creo que si esta  mujer pudiera saber el contexto podría decir: no, yo no soy Mauricio, yo soy resultado de un sistema que ha aumentado el número de pobres. No,  yo no soy Mauricio, yo nunca estuve en la cárcel y si el hambre me hiciera cometer el delito de robo para alimentar a mis hijos seguramente no tendría un padrino que eliminara mi expediente y seguiría en prisión.

No, yo no soy Mauricio, yo he nacido  y crecido en una comunidad apartada y mis hijos no tienen posibilidad de estudiar en las mejores y más caras escuelas en el extranjero.

 No,  yo no soy Mauricio, yo comencé desde cero y sigo igual por la indiferencia del sistema. No yo no soy Mauricio, yo no puedo celebrar el cumpleaños de mi pareja en los once Municipios derrochando el dinero que no podré juntar en toda mi vida.

 No, yo no soy Mauricio,  yo no uso camionetas lujosas y mis pies están desechos y desgastados de caminar en caminos olvidados de  terracería. No, yo no soy Mauricio, yo estoy pagando el resultado de una enorme deuda que me privará de servicios por los próximos veinte años y no he tenido responsabilidad en ella.

 No,  yo no soy Mauricio, porque  si me enfermo no puedo acudir a ningún hospital privado y debo esperar la dádiva o cambiar mi voto por un medicamento.

 No, yo no soy Mauricio, yo soy una mujer honesta, sin posibilidades de luchar por una vida digna, sin comprender porque han pasado más de 18 años y este gobierno que representa Mauricio no ha hecho nada por mejorar mis condiciones de vida y que tampoco ha sido autocrítico y honesto para señalar a los responsables. 

No, yo no soy Mauricio, porque tú si has mejorado tu nivel de vida mientras yo me hundo más en esta precaria situación.

 No, yo no soy Mauricio Góngora, yo no conozco de ropa de marcas que cuestan lo mismo que mantener a mi familia más de tres meses. No me confundas, no comprendo porque para  quienes te apoyan  más redituable mantenerme en la ignominia y la miseria para controlar mi libertad de pensamiento.

No, yo no soy Mauricio, yo vivo en una casa sin piso ni servicios. No, yo no soy Mauricio y no quiero serlo, quiero ser una mujer que signifique para ti y tu equipo algo más que un número en despensas que repartir o voluntades que comprar, soy una mujer honrada que únicamente espera que algún día, quienes tienen en sus manos el destino de esta tierra piense menos en ellos y más en disminuir esas desigualdades, no soy como tú y no quiero serlo, yo simplemente aspiro a tener “oportunidades”.

Esta es la impresión y lo que me transmite en la imagen su triste mirada, quise poner las palabras que lo representan y de alguna manera decirle (aunque comprendo que no tendría oportunidad nunca de leerme y que es probable que no sepa hacerlo):  no te preocupes somos muchos que estamos luchando para  que puedas tener las oportunidades y dignidad que te han robado y que tal vez no lo sabes que son tu derecho porque nunca las has tenido.

 Somos muchos los que este 5 de junio haremos valer el voto por ti,  para que dejes de ser una imagen que indigne a quienes comprendemos que has sido utilizada.

Porque el problema no es la riqueza de algunos sino la miseria de muchos. Porque el problema no es que  se tomen una foto con la gente más humilde, el problema es que les quieran hacer creer son iguales que Mauricio o que Mauricio es igual a ellos, cuando hay abismales diferencias.

Por ella y por ese medio millón de pobres de Quintana Roo mi voto será para combatir a quienes hoy han convertido a tantas comunidades un triste reflejo de las consecuencia del saqueo y la corrupción.

 Por ella,  que no se si algún día la vida nos lleve encontrarnos  decirle  de frente mi indignación y por ella y   las miles de mujeres que se encuentran hoy en esta misma condición  es escribo estas líneas.

 Porque quien no es capaz de sentir dolor en la miseria ajena no merece dirigir Quintana Roo.

Por Ustedes, por los que su voz y necesidades son ignoradas, es que me he manifestado y sostengo que mi voto es libre, razonado y no es secreto; votaré por Carlos Joaquín y lo haré para exigir que lo que hoy  es una promesa en campaña cuando sea Gobernador lo transforme en realidad y acciones.  Para que en seis años puedan estas personas decidir sin que el hambre y una despensa les siga aplastando sus derechos.



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