La máxima milenaria divide y
vencerás, es la que ha predominado en las últimas elecciones locales en
Quintana Roo. Es por todos conocidos del rechazo ciudadano que existe hacia los
gobernantes desde Joaquín Hendricks, Félix González Canto y Roberto Borge
Angulo.
Y en definitiva al término de
cada uno de estos sexenios siempre creemos que hemos pasado lo peor que nada
puede superar el pésimo sexenio lleno de corrupción, abuso, impunidad entre
otras. Pero aquí en eso, debemos reconocer que el Partido Revolucionario
Institucional siempre nos sorprende con un candidato peor al anterior (en la
elección de 2016 considero que esta tendencia continua).
El problema es que como siempre
ha ganado poco importa ya la queja ciudadana, poco importa mantener en secrecía
los malos manejos, en estos últimos sexenios los datos de desvió de recursos,
endeudamiento, pagos a proveedores inexistentes, compra de medios de
comunicación, excesos dignos de un Virrey son evidentes y descarados. Lo he
publicado y no tengo acceso a ninguna información confidencial todo está en
informes de Gobierno, Presupuesto de Egresos, Transparencia con publicación de
contratos entre otros.
Existen pocos comunicadores que en su momento dan a
conocer estos hechos, sin embargo en estos últimos 17 años pese a todo sigue
ganando el candidato del PRI, ¿Por qué? ¿Será que somos una ciudadanía que nos
gusta la tiranía? En definitiva no es así. Somos un Estado que se ha
manifestado en las urnas ante el hartazgo de la clase gobernante, pero lo hemos
hecho mal. Hemos sido críticos, pero en
el momento de la votación poco razonado nos dejamos llevar por la zanahoria y
caemos en algo tan sencillo como el divide y
vencerás.
Analicemos un poco con los datos
que no pretendo llenar de cifras así que me tomaré la licencia de hacer un
redondeo (los datos exactos están en las páginas de los institutos
electorales). En 1999 éramos menos de medio millón de ciudadanos solo votaron
la mitad y de esos Hendricks gana con 44% pero se divide entre Gastón Alegre
del PRD muy cerca con el 36 pero el PAN obtuvo 17, nuevamente si hubiera habido
alianza no llegaba y (soñar no cuesta nada), no tendríamos la chatarrería
“megaescultura” en nuestra hermosa Bahía.
En el caso de la elección de
Félix la ciudadanía quería un cambio pero se dividió, nuevamente así es como González
Canto llega a ser Gobernador, primero sólo la mitad salió a votar y segundo
Chacho ganó en el norte y Addy en el Sur pero en todos los casos el segundo
lugar fue Félix así que con tan solo dos votos de cada diez electores obtiene
el primer sitio. Si sumamos los votos de PAN,PRD y nulos su derrota hubiera
sido indiscutible de casi tres a uno.
En el caso de Borge fue diferente
la tendencia era que iba encabezando Gregorio Sánchez, se le encarceló (para
ser liberado después de pasada la contienda) y gracias a ello el actual
gobernador llega con tan sólo el voto de dos de cada ocho quintanarroenses, pero aquí ganó
el abstencionismo de esos ocho sólo cuatro salieron a votar, de los otros
cuatro uno voto o por el PAN o anuló su voto y uno por el PRD, entonces le
dimos el triunfo al PRI, pensando en que no había opción y claro que la había
cualquiera hubiera sido mejor, pero
volvimos a dejarnos llevar.
Ahora después de cinco años
seguimos indignados de los malos manejos, la soberbia, prepotencia y abusos, la
respuesta sencilla no debe su triunfo a
la mayoría de los votos sino a la mayoría que no votó.
En esta elección del 2016 en que
no solo es el descontento sino amenazas, compra de voluntades, se pretende
aplicar el mismo principio y veo con tristeza como efectivamente muchos han
caído en el juego. En definitiva las encuestas indican que Mauricio Góngora va
decreciendo en preferencias, pese a la maquinaria por medios y promoción inequitativa
(que sólo el IEQROO no ve), la sociedad no le cree y además quiere un cambio,
quiere castigo y quiere revisión de cuentas.
En esta manipulación y tomando en
cuenta que Quintana Roo es de los pocos estados que Andrés Manuel López Obrador
ganó (por el PRD no por MORENA que no existía en 2012), utilizan el voto duro
con el que cuenta para engañar a sus simpatizantes. Han puesto un candidato a
modo para que reste voto opositor sin que perjudique al candidato oficial pues
es bien sabido que un morenista no votaría jamás por el PRI aunque sí por un
priista, siempre que sea encabezado por su partido como en el caso de José Luis
Pech Varguez.
Los fundadores del partido fueron
desplazados y se impuso a un viejo colaborador de estos tres últimos sexenios
en donde ha sido oscura su trayectoria y con denuncias de represión. Pero
utilizan la imagen de AMLO para mantener el “voto duro”.
Sólo así nos explicamos cómo los grandes
aliados en medios del actual gobierno como por ejemplo: David Romero Vara, Diario de Quintana Roo, Por
Esto y el Quequi le dan promoción a un partido que antes combatían. Lo hacen
porque al estar en tercera posición con una diferencia de más de veinte puntos
no podría revertir el triunfo.
Esta contienda debe ir más allá
de argumentos como la militancia, pues como he señalado muchas veces eso no te
define, sino las acciones y un hecho indiscutible los tres candidatos que
menciono que tienen más porcentaje que el suficiente para mantener el registro
han militado en el PRI.
Este sistema autoritario en el
que vivimos no ha hecho nada por ocultar cual es el verdadero opositor,
despidos a quien lo apoye, vigilancia de redes sociales, amenazas y extorsión a
los empresarios, compra de voluntades entre muchas otras cosas que son públicamente
conocidas.
El enemigo a vencer es Carlos
Joaquín y lo era desde que militaba en el propio PRI, así que se modificó la
Ley para que no pudiera inscribirse como candidato independiente. Pensaban
imposible que se pudieran concretar la alianza PAN-PRD pero se logró desde las
dirigencias nacionales.
Esta primera etapa de las
elecciones ha sido una guerra de encuestas, no me referiré a ninguna en
especial dándole la certeza porque ninguna ha sido registrada en el IEQROO,
pero todas coinciden en que existe una diferencia entre Mauricio Góngora y
Carlos Joaquín de no más de cinco puntos, sabiendo bien que los militantes de
Morena nunca votarán por Mauricio Góngora ahora promocionan a José Luis Pech
pues aún quedan un gran porcentaje de indecisos. Es así como votar por Morena no le resta
fuerza al PRI, le resta fuerza a toda una sociedad que se encuentra en pleno
descontento.
Es manifiesto mi apoyo y
convicción al proyecto de Carlos Joaquín pero en esta ocasión dejo a un lado
esta simpatía para ser prácticos, la única manera de ganar de manera
contundente para que no quede duda de fraude es unificando las voces
inconformes y votando por el candidato que tenga mayor fuerza y ese es Carlos
Joaquín.
No digo que se renuncie a su
simpatía partidaria la cual siempre he respetado, digo que analicemos los
números y a los que tienen dudas pero no quieren más al grupo de Félix-Borge,
sumemos y esto es también para los priistas con vocación y liderazgo que fueron
hechos a un lado, para los morenistas que están siendo utilizados, para los que
quieren candidaturas independientes y para quien no tiene simpatía por un
partido en especial.
No sólo está en juego la
gubernatura, también está el Congreso y ahí podemos hacer un freno y equilibrio
de poderes, con un voto cruzado, dado que si bien es cierto que Morena no
tiene posibilidades de ganar la gubernatura, estoy segura de que si las tiene de alcanzar
plurinominales y desde el Congreso es la mejor manera de hacer valer la voz y
prevalencia de las ideologías, no olvidemos que desde ahí es donde se revisan
las cuentas públicas, mayor pluralidad mayor rendición de cuentas.
El voto cruzado es decir uniéndonos
en el voto a Gobernador y eligiendo al partido de cada preferencia particular
para Diputados permitirá dar mayor pluralidad a un Congreso y mayor presencia a
las diversas fuerzas políticas.
La última encuesta publicada
elaborada por Simeel Electoral, señala que en preferencias electorales Carlos
Joaquín mantiene la delantera con un 42% frente a Mauricio Góngora con un 10%
de José Luis Pech. Al preguntar si consideran necesario un cambio el 75% está
de acuerdo mientras que el 15% considera que debe seguir igual.
Si nos dejamos llevar por
apasionamientos partidistas y manipulaciones dejaremos que el 15% que es el
porcentaje de población que se ha beneficiado del sistema continúe gobernando
al 75% inconforme. Es claro que el voto que se ha querido manipular de las
pequeñas fuerzas puede dar la derrota contundente al actual sistema.
De seguir como hasta ahora, deben
prepararse para que como cada sexenio el PRI de Quintana Roo demuestre que es
posible ser mucho peor cada vez. Esto que expongo no es el hilo negro, ni digo
nada que otros no lo hubieran hecho antes, pero es sólo para desmentir lo que
nos han hecho creer Quintana Roo es el bastión priista, no es así, somos el
bastión del abstencionismo que no es lo mismo.
Seamos objetivos, frente a la
estrategia que ha prevalecido “divide y vencerás”, solo propongo: “unámonos y
los venceremos”.
Referencia de la encuesta: http://www.simeel.mx/encuestas.html?platform=hootsuite
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