domingo, 20 de marzo de 2016

De la política y las fobias ciudadanas.


Desde mi adolescencia una de mis grandes pasiones ha sido sin duda la política, ha existido en mí en torno a este tema una atracción que ha resultado siempre, en quienes me rodean interrogantes que me parecen contradictorias y a las que me enfrento día a día.

Política, según la real academia de la lengua española es el arte, doctrina u opinión referente al gobierno de los Estados y también se refiere a la  actividad de quienes rigen o aspiran a regir los asuntos públicos.

Sin embargo, me he encontrado  con frases que demeritan esta actividad, que sin duda, debe ser regida por los más altos valores de convivencia, tolerancia y sobre todo por el bien común.

Ha sido  una de las actividades más cuestionadas y por ende, de las más desprestigiadas por la tendencia a la generalización y juicios de valor precipitados.

Cuando existe algo que en verdad te apasiona y que es el motor de tu vida no puedes mantenerte inerte ante quienes desdeñan esta para mi tan noble y sublime actividad  y que han desarrollando una fobia infundada  a los “políticos”.

Escucho frases tan incongruentes como el señalar que debieran ser ciudadanos los que dirijan la política o que todos los políticos son “rateros”, “dictatoriales”, “alejados de una realidad social”, “insensibles” por decir lo menos.

Resulta incongruente, puesto que en este sentido ¿dejan de tener ciudadanía quienes se asumen políticos? o ¿el ciudadano común al dirigir las actividades públicas no se convierte entonces en político?.

Existe un estereotipo que etiqueta por el sólo deseo de incursionar en ella que denigran y prejuzgan a una persona por su vocación.

La generalización es el gran problema que detona la intolerancia y las fobias. Una vocación no otorga o quita los valores que deben regir todas las acciones como son:  la congruencia, honestidad, respeto entre otras.

El problema radica en la calidad de políticos en quienes se han volcado  las fobias que se traducen en apatía, abstencionismo en el voto o desinterés en una rendición de cuentas, es a esta clase de políticos a los que nos hemos acostumbrado y soportado con resignación a lo largo de nuestra historia.

El primer paso para cambiar esta realidad, es asumir que no te define como persona tu vocación, en este caso la política, para determinar tu integridad y tus valores. Dejemos acostumbrarnos a la asociación de los políticos con deshonestidad y comencemos ponerle nombre y apellido a quienes así lo realizan.

Esta fobia ciudadana a los políticos da como resultado que, una actividad que sin duda afecta en algún momento la vida de quien no se dedica a ella  a que pierda su cuño.

No basta para ser un buen político el tener la simpatía o un carácter afable y por lo tanto tener  la certeza de que tomará las mejores decisiones. Es preciso que un buen político tenga visión de estadista, conocimiento y más vocación por este arte que un deseo desmedido por la idolatría.

La congruencia es la que debe regir los actos, tanto de los políticos, quienes deben ajustar su discurso a su acción,  como de los ciudadanos los que con doble moral,  por un lado desdeñan la política pero por otro ante el brillo que llega a cubrir al político del poder y el afán de verse beneficiados de manera personal los encubren con falsas adulaciones.

Es deber también de quienes defendemos con pasión esta actividad, regirnos con argumentos sólidos y razonados para contribuir a la eliminación de estos estereotipos.
Vivimos en un Estado de Derecho, que se ve vulnerado sin duda, por la impunidad y cinismo por parte de políticos sin escrúpulos que tiene como cómplice silenciosa una ciudadanía apática envuelta en fobias irracionales.

Los episodios de desigualdad y degradación de las civilizaciones tienen como responsables en muchos casos a sus políticos, pero también lo son de las grandes etapas de progreso y bienestar común. La diferencia radica en las cualidades que ha tenido cada uno de estos políticos en lo particular.

Existen personas que al autoproclamarse como políticos, denigran esta actividad con su actuar tendiente a un ambición desmedida por el poder y el autoritarismo, pero también existen los que son regidos por los más altos ideales. La decisión de quienes ejercen o no el control del Estado se encuentra en quien los elije.


Y sin duda, es deber de quienes tenemos esta pasión por la política trabajar por dignificar esta labor con base en nuestras acciones y que sean estas quienes nos identifiquen más allá de nuestra vocación.

lunes, 14 de marzo de 2016

La prostitución un tema pendiente en la agenda de las mujeres.








¿o cuál es más de culpar
Aunque cualquiera mal haga:
la que peca por la paga
o el que paga por pecar?
Sor Juana Inés de la Cruz.


Una vez que ha pasado el día Internacional de la Mujer, de los reconocimientos, de los discursos de supremacía que en ocasiones más parecen un alarde de una cultura machista que a un real entendimiento del tema; vuelve todo a la normalidad, es decir, a la pasividad excepto en las y los feministas  que sin importar el día continúan en la lucha para lograr la igualdad.

En este tema, luego de ver las diferentes maneras de conmemorar el día y los compromisos que se asumen, me encuentro con la dignificación de la mujer en su condición de ser humano. Veo la admiración a las mujeres que han logrado posicionarse en la política, a quienes destacan en el ámbito empresarial, en el ámbito académico, la defensa de las mujeres en condiciones vulnerables como la pobreza, violencia o en las comunidades indígenas. 

Sin embargo, pese a este discurso triunfalista nadie ha hablado de las olvidadas, de las mujeres invisibles, de las que la “moral” niega su existencia.
Me refiero a las trabajadoras sexuales. He de puntualizar que hablaré de aquellas que por voluntad personal han decidido ejercer como medio de subsistencia y trabajo la prostitución, puesto que el tema de trata de blancas, proxenetas o esclavitud sexual debe ser considerado en otras condiciones.

Contrario a lo que se piensa, no existe impedimento para el libre ejercicio de esta actividad. La constitución garantiza la libertad de tener una actividad lícita. El Código Penal no lo considera un delito y en 2014 un Juzgado Administrativo reconoció que la prostitución es labor sexual  sin que exista por su propia connotación una prohibición Constitucional.
Esta resolución marcó un precedente importante en el ámbito jurídico pero pasó inadvertido en el entorno social.

El reconocimiento a su trabajo y respeto por la libertad de decisión de cada una (hablado en este caso en especial de las mujeres) es el primer paso para poder liberarlas de la vulnerabilidad en la que se encuentran. Para poder integrar a las políticas públicas los derechos a la educación y salud sexual, liberarlas de la extorsión de parte de las autoridades y sin duda contribuyen a la lucha en contra de la explotación y esclavitud de muchas mujeres.

En el discurso cuando se habla de los derechos de las mujeres invariablemente se omite a las trabajadoras sexuales y esto porque el reconocimiento a las mujeres lleva también implícito un juicio moral personal de quien lo pronuncia.

De manera silenciosa nos convertimos como sociedad en un tribunal con señalamientos de conducta y proceder moral más que legal.

En noviembre en el mes que se ha determinado como de lucha en contra de la violencia de género se anunciaron varias actividades, platicas, conferencias, repartían folletos, lacitos naranjas, fotos con las manos pintadas para la selfie, pero no vi a nadie acudir a los burdeles, cantinas a las zonas rojas para acercarse a las trabajadoras sexuales.

No encuentro acciones en los Institutos de la Mujer o el DIF que ofrezcan apoyo para el cuidado de los hijos de las trabajadoras sexuales para  horario nocturno y  para integrar a estos niños también como parte de una sociedad, porque no solamente ignoran a esas mujeres también olvidan que son madres.

El empoderamiento de la mujer en la vida política tiene también como finalidad que ellas, las que acceden a cargos públicos,  aborden estos temas de manera frontal, directa, rompiendo estereotipos y con el compromiso de luchar en pro de la igualdad de derechos y la no discriminación.

Pese a que hemos avanzado en este sentido no he visto al menos en mi tierra en Quintana Roo, a una mujer funcionaria pública, juzgadora, integrante de los numerosos “voluntariados” gubernamentales, diputadas o regidoras abordar este tema. Mucho menos he visto voces que se pronuncien en su defensa que sean emanadas de quienes por la noche las contratan y por el día las denigran.

En marzo que se conmemora  día internacional de la mujer, hablemos de los retos de las mujeres y realmente quien se asuma feminista en la defensa de los derechos, pero algo debe quedar claro las mujeres por las que buscamos una reivindicación de los derechos no son solo: las madres amorosas, las víctimas de violencia, las académicas, las emprendedoras, la lucha es para todas las mujeres y en ellas aunque muchas las ignoran también se encuentran las mujeres alcohólicas, las adictas, las que se encuentran recluidas en una prisión y por supuesto las trabajadoras sexuales.

Dejemos a un lado los valores morales para la individualidad. El silencio frente a los abusos que constantemente sufren las “mujeres invisibles” es también complicidad.

Y por supuesto, no pretendo que acudan el 25 de noviembre a regalarles un folleto o un lacito naranja a las mujeres de la zona roja, pretendo que por lo menos comencemos por no discriminar y acercarnos para conocer los problemas por los que atraviesan y abrir las propuestas de cómo proteger su legítimo derecho de trabajar en lo que decidan sin que la decencia las siga marginando.


Hay muchos temas pendientes en la agenda del feminismo, la prostitución es también uno de ellos. 

martes, 8 de marzo de 2016

“La importancia del hombre en el día internacional de la mujer”

El día internacional de la mujer no tiene como objetivo engrandecer o sobreestimar a las mujeres, es por ello que no se celebra ¿cuál es el mérito que tenemos por haber nacido mujeres? Nuestros logros no dependen de nuestro género sin embargo, los retos a los que nos enfrentamos influye en gran medida para lograrlo.

El feminismo, ese que llaman radical tiene un solo objetivo “que las mujeres sean consideradas como personas” y que cultural, política y económicamente no existan barreras para lograr los objetivos que sean producto del género.

Sin embargo, en este día es recurrente el discurso de que las mujeres son superiores a los hombres, que se trata de los seres más maravillosos sobre la tierra, que las virtudes que las caracterizan como la honestidad, caridad, lealtad, tenacidad las distinguen. Este discurso casi siempre viene de boca de machistas (que pueden ser hombres o mujeres) que pretenden utilizar este día para cubrir la carencia de acciones.

He estado en absoluto rechazo a este discurso, pues existen hombres maravillosos y con las virtudes que estereotipan como de la “mujer”,  también existen mujeres que no son precisamente un ejemplo de elevados valores.

Y los retos que enfrentamos  no se solucionan un baile, una rosa o un mensaje tierno en este día. Este día es de recuento de avances y análisis de los muchos problemas que aún tenemos por enfrentar.

El hombre  también sufre violencia de género cuando se asume que no son también quienes “educan”, que no “descansa sobre ellos la formación de una familia”, “que no tienen capacidad igual de amar y proteger a sus hijos”, la figura del proveedor autosuficiente, de independencia, de soledad,  porque también sufren violencia psicológica y  en ambos géneros la violencia mismo origen: la falta de autoestima y los estereotipos.

Pero, en este día debo reconocer que los avances en esta lucha no han sido sólo triunfos de mujeres, sino también de hombres valerosos que condenan el machismo cultural y social.

Si hoy tenemos una Ley de paridad 50-50 es porque fue un hombre quien la impulsó y las mujeres no son mayoría en los Congresos, así que también fueron hombres quienes votaron a favor.

Porque la resolución del Tribunal Electoral para exigir que las suplencias sean cubiertas por el mismo género que los titulares para garantizar la equidad también fueron aprobadas por hombres.

Este día he dicho no se festeja sino conmemora, pero yo hoy, felicito a los hombres consientes que los estereotipos nos afecta a todos y luchan por eliminarlos, porque no están de acuerdo en que sólo la mujer sea quien educa, sino que asumen la paternidad con ternura y responsabilidad.

Felicito a los hombres que condenan el acoso laboral. A los que reconocen las virtudes de las personas sin anteponer el género.

Felicito a los que no son cómplices de la trata de blancas y la condenan. A los hombres que luchan porque se reconozcan sus derechos de igualdad en el ámbito familiar, a los que no se quedan con los brazos cruzados cuando en un divorcio toman a los hijos de rehenes.

A quienes no juzgan a las mujeres con base en su vida sexual. A los que te respetan cuando vas por la calle y entienden que un “piropo” es una agresión.

A los que educan con igualdad de oportunidades a sus hijas e hijos. A los que con el ejemplo les enseñan a sus hijos a no ser “machos”.

Porque necesitamos más feministas, los hombres debieran sumarse y no me refiero por las razones sumamente desgastadas de porque tienen madres, hermanas, hijas, esposas, ese no es un argumento válido, el único es porque también son personas. Necesitamos más jueces, más políticos, más empresarios, más luchadores sociales para lograr hacer de este mundo un lugar en donde el género no sea un factor que determine tus oportunidades.

 Y hoy, en este día internacional de la mujer  felicito a los hombres feministas.

Gracias a todos Ustedes porque estoy segura de esta manera en unas décadas cuando los libros de historia hablen sobre los retos del feminismo sea tan sorprendente para las futuras generaciones como cuando nosotros hoy leemos que existieron culturas que creían que era absurdo pensar que los esclavos tenían derecho a su libertad.

Mi reconocimiento a mis amigos que coinciden con estos objetivos  y mi agradecimiento a mi padre que aún forjado en un entorno machista hizo de mi esta “radical” feminista.





martes, 1 de marzo de 2016

“La disciplina en el PRI de Quintana Roo”


Debo aclarar que me referiré en esta ocasión exclusivamente al Estado de Quintana Roo, en donde se ha utilizado la “disciplina partidista” para denostar a algunos militantes. 

 Pareciera que cuando se evoca la palabra disciplina dentro del Partido Revolucionario Institucional sirve como medio para amedrentar o acallar supuestas insubordinaciones para con esto desterrar a cualquiera que tenga opinión diferente de quien en ese momento ostente la titularidad de una dirigencia. 

 Esta palabra, se ha convertido en un tópico y con su frecuente mal uso ha caído en un desprestigio, alejándose por completo de su real significado. De acuerdo con la Real Academia de la Lengua Española, la disciplina es la doctrina o instrucción de una persona y también puede entenderse como la observancia de las leyes y ordenamientos. Entonces, el ser indisciplinado es no cumplir la observancia de las leyes o de los ordenamientos que, en este caso son los que rigen al interior del PRI. 

Partiendo de esto, la pregunta es ¿Quiénes son indisciplinados? Para esto hay que leer (aunque muchos militantes, dirigentes y hasta representantes populares no lo hacen) la Declaración de Principios: “Un México Compartido”. 

Por citar algunos ejemplos, en esta declaración de Principios dice que el PRI es un Partido Político comprometido con la observancia de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Sin embargo la Constitución en el artículo 6 señala que el Estado garantizará la libre expresión de las ideas, lo cual en Quintana Roo dista mucho de realizarse. En los últimos once años ha habido una persecución a los medios de comunicación por parte del el Gobierno Estatal emanado del PRI el cual manda encarcelar y amenazar a periodistas que osan utilizar este legítimo derecho. 

Señala también, ser un partido que se pronuncia por establecer un compromiso urgente, integral y participativo en favor de la protección al medio ambiente y desarrollo sostenible, sin embrago, basta ver el caso Dragón Mart, Tajamar, Punta Nizuc por mencionar solo unos cuantos ejemplos para comprobar lo lejos que las autoridades Estatales emanadas del PRI se están de su cumplimiento. 

Se pronuncia el PRI, por un Estado que abata la corrupción y erradique la impunidad, promoviendo la transparencia y rendición de cuentas, mientras tanto Quintana Roo es el lugar número uno en impunidad, no existe transparencia en las cuentas públicas y ocupa el lugar 21 de 32 en materia de transparencia y como caso digno de mención en el Municipio de Solidaridad que durante el periodo de 2010 a 2013, donde desaparecieron más de 300 millones de pesos , la constante negativa a dar una rendición de cuentas en el manejo del Impuesto al Hospedaje y sigue sin quedar claro el destino del dinero obtenido de los múltiples préstamos contraídos por las dos últimas administraciones del Gobierno Estatal que nos tienen como segundo Estado de la República más endeudado y el primero en deuda per cápita. 

Además, en la declaración de principios está promover el empleo digno y el respeto a los derechos laborales y de organización de los trabajadores pero los salarios de la zona maya y el sur de Quintana Roo están lejos de ser dignos, existe ausencia de productividad y no hay programas estatales de impulso real al empleo y hablando de respeto a la organización de trabajadores por sólo citar un caso recordemos la persecución y amenazas a los maestros que en 2008 pretendieron formar un Sindicato, aunque en este momento los del SITEQROO olvidaron muy pronto esta represión. 

 El PRI exige un Estado comprometido con el combate a la pobreza que ofende la dignidad humana, actualmente el único programa Estatal convierte a los pobres en pepenadores ofreciendo comida a cambio de basura reciclable (cuyo origen, destino y utilidad nunca ha sido aclarado).

 La doctrina priísta se pronuncia por una sociedad en donde la equidad de género sea una realidad, hace apenas unos meses, los legisladores locales del PRI promovieron una ley retrógrada en materia de equidad y pretendieron eliminarla en la elección de Ayuntamientos (la tuvieron que volver a reformar por instrucción del CEN), tenemos un Instituto de la Mujer que no se ha pronunciado por las muertes de mujeres en la zona norte, que guarda silencio ante la denuncia de trata de blancas y un Estado que pretende negar los feminicidios. Tenemos un Gobierno donde no hay un sola Presidenta Municipal y en el Gabinete Estatal sólo la Secretaría de Turismo es ocupada por una mujer que, por cierto, salieron a la luz audios con comentarios misóginos en su contra y ni el ONMPRI, ni las legisladoras salieron en su defensa. 

 Se reconoce en los principios básicos, la libertad de conciencia de los individuos, la libertad de asociación y la libertad de expresión. Pero la Dirigencia Estatal del PRI expulsa a militantes si estos comparten simpatía con algún líder “no grato”. 

 Y la lista puede seguir, pero con esto es suficiente para preguntar ¿amerita la expulsión del Partido la indisciplina? Sin duda así debe ser pero ¿quiénes son los indisciplinados? Es indisciplinado quien no cumple con la doctrina, quien vulnera los principios básicos, entonces ¿puede existir un “primer priísta del Estado” que ignore sistemáticamente la doctrina del Partido en el que milita? 

Creo que han confundido el significado de las palabras, pues cuando en el PRI de Quintana Roo te dicen que no eres disciplinado en realidad quieren decir que no eres servil, ni adulador, ni sumiso, ni zalamero. Y aunque suene disparatado actualmente ser servil y no tener dignidad para este grupo es una virtud. 

 Layla Flores